Las enfermeras andaluzas se muestran preocupadas y agotadas tras el incremento en el número de bajas por COVID-19 entre profesionales sanitarios de Andalucía. Tras dos años de pandemia, y en plena sexta ola del COVID-19, los profesionales de enfermería siguen doblando sus turnos y realizando jornadas maratonianas en los centros hospitalarios para dar cobertura a las necesidades actuales de la crisis sanitaria.
En España, desde el pasado mes de mayo se han registrado 116.207 casos de positivos confirmados entre las plantillas de profesionales de la salud. De ellos, más de 7.000 se notificaron en apenas 14 días; 400 de los cuales correspondían a Andalucía.
La sexta ola de la pandemia de COVID-19 provocada por la variante Ómicron ha disparado las bajas laborales en Andalucía hasta un 1.025% el pasado mes de diciembre respecto al mes anterior con cerca de 64.000 ausencias laborales. Un dato que también se refleja en el sector sanitario donde los profesionales de enfermería también están sufriendo las consecuencias de la nueva cepa.
Según el Informe del Ministerio de Sanidad del pasado 30 de diciembre de 2021, España ha detectado un total de 7.341 casos confirmados de positivos entre personal sanitario en apenas dos semanas. De ellos, 402 profesionales correspondían a Andalucía, a los que se sumaban 29 sanitarios en aislamiento por contacto estrecho. Un dato que, en la actualidad, asciende al millar de profesionales contagiados.
Por su parte, desde el departamento de Sanidad se viene recopilando los datos de contagios entre profesionales desde el 11 de mayo de 2020, consolidando hasta el pasado 29 de diciembre un total de 116.207 casos.
Falta de enfermeras en Andalucía
Este contexto está obligando a muchos hospitales andaluces a reorganizar los turnos y los servicios ofrecidos. Un problema que, para este Consejo, se origina en el agotamiento de las bolsas y la decisión que tomó el Gobierno de la Junta de Andalucía de no prorrogar 8.000 de los contratos de refuerzo contra la COVID-19.
“En Andalucía, la falta de profesionales ha tensionado aún más la precaria atención, tanto en la atención primaria como en los hospitales. A las carencias estructurales e históricas de sanitarios se une el cada vez mayor número de bajas profesionales por infección de COVID-19 ante la alta transmisibilidad de la nueva cepa Ómicron. De hecho, estimamos que el número de sanitarios perteneciente al SAS contagiados asciende al millar” ha explicado el presidente de las 43.000 enfermeras andaluzas, José Miguel Carrasco.
Profesionales jubilados
Y es precisamente en este contexto en el que la Consejería de Salud y Familias ha recurrido a sanitarios jubilados, así como incrementar la jornada de los profesionales en activo para reforzar las plantillas ante el incremento de contagios y presión asistencial de esta sexta ola. “La Consejería ha pasado de despedir a 8.000 sanitarios en noviembre a solicitar la colaboración de sanitarios jubilados para paliar la falta de personal que venimos padeciendo en Andalucía. Sin embargo, esta medida es una herramienta temporal que no se adapta a lo que necesitamos ni venimos demandando el colectivo de enfermería regional” ha alertado Carrasco.