• Con motivo del Día Internacional de la Obstetricia, el Colegio quiere dar a conocer este servicio que lideran las Enfermeras al cuidado de la salud sexual y reproductiva de la mujer, la familia y la comunidad. Una figura poco reconocida que cumple un rol vital en el ciclo de la vida.
• La enfermera especialista en Obstetricia se caracteriza por su elevada calidad humana. “Acompañamos a la mujer en su embarazo, parto y puerperio, desde una visión multidisciplinar e integral, prestando atención a sus aspectos psicológicos, emocionales y sociales” explica Cristina Gema Cobos, vocal matrona del Colegio Oficial de Enfermería de Málaga.
Desde 1962, cada 31 de agosto se celebra el Día Internacional de la Obstetricia para visibilizar el esencial rol que cumplen los profesionales que prestan su atención en este servicio al cuidado de la salud sexual y reproductiva de la mujer, la familia y la comunidad. Una figura poco reconocida que cumple un rol vital en el ciclo de la vida.
Esta efeméride se conmemora en homenaje la muerte de San Ramón Nonatto, fallecido el mismo día del año 1240, y quien debe su nombre al hecho de que fue extraído de las entrañas de su madre muerta; motivo por el cual fue elegido patrono de la obstetricia, parturientas y embarazadas.
Hoy, con motivo de esta celebración, hablamos con Cristina Gema Cobos, vocal matrona del Colegio para adentrarnos en el mundo de la obstetricia y conocer más sobre las labores que desempeñan las enfermeras obstétricas.
P: Empecemos por el principio, ¿Qué es la obstetricia?
Obstetricia viene del latín “obstare” que significa estar a la espera y es la ciencia de la salud que se dedica al cuidado del embarazo, parto y puerperio y en nuestro caso, las enfermeras especialistas, también de la atención al recién nacido.
P: ¿Por qué decidiste dedicarte a la Enfermería Obstétrica-Ginecológica?
En mi caso personal, llegué por casualidad. El hecho de realizar una especialidad era un factor que te ayudaba a conseguir estabilidad laboral más rápido y decidí especializarme como matrona. Mejor muestra de que, sobre aquello que no se conoce no se puede opinar soy yo, no me gustaba especialmente, me decidí por ella porque entonces la formación duraba solo un “intenso” año.
Sin embargo, fue empezar y enamorarme de ella. A día de hoy, puedo decir que tengo la inmensa suerte de que el trabajo no me pesa, voy contenta e ilusionada a cumplir mi horario y vivo con intensidad todos los cuidados y el acompañamiento que realizo en ese inolvidable acontecimiento que es el nacimiento.
P: Y dentro de este servicio, tan esencial para garantizar la salud sexual y reproductiva de la mujer, ¿Qué rol cumple la enfermera y cómo ha evolucionado su papel en este campo?
Evolución y matrona deberían ser “sinónimos”. Somos unas profesionales con una gran capacidad de adaptación. La Obstetricia es una práctica que ha existido desde los albores de la humanidad y la matrona se ha ido adaptando a las diferentes culturas y circunstancias siempre buscando ofrecer los mejores cuidados dentro de los medios de los que se disponían en cada escenario en el que se trabajaba.
Prueba de ello lo tenemos recientemente con nuestra búsqueda y realización de la mejor manera de desarrollar nuestra labor asistencial durante la pandemia, desde añadir detalles cariñosos en nuestros “EPIS”, sonreír con los ojos, utilizar redes sociales para seguir con la preparación al parto de nuestras mujeres y un largo etcétera.
Pero no solo nos adaptamos a los escenarios. Las enfermeras obstétricas nos esforzamos día a día para diseñar los mejores cuidados enfocados a cada mujer y a cada etapa de su vida sexual y reproductiva.
P: La gente asocia esta figura casi exclusivamente al embarazo y al parto. Muchas mujeres desconocen que pueden ir a su matrona en todas las etapas de su vida, desde la adolescencia hasta la menopausia, tanto un ámbito físico como emocional. ¿Considera que hace falta mayor visibilidad y reconocimiento hacia este colectivo?
Por supuesto que necesitamos visibilizarnos con nuestras competencias completas como especialistas, pero no solo con respecto a la ciudadanía sino también tenemos que convencer a los gestores de la sanidad que estamos “infrautilizadas”, nos formamos conforme las directrices de la Comunidad económica europea y la Ley de ordenación de profesiones sanitarias y en algunas Comunidades autónomas estamos “arrinconadas” en paritorios.
P: ¿Qué es lo mejor y lo peor de tu trabajo como enfermera obstétrica y ginecológica?
En mi trabajo como enfermera obstétrico-ginecológica está lo mejor y lo aún mejor. Todo me gusta, no encuentro parte negativa en mi trabajo. Quizás lo que resulte más duro, pero no por ello menos gratificante de realizar, es el acompañamiento en todo lo que rodea a la muerte y duelo perinatal.
Lo bueno, todo lo demás. Si tuviera que quedarme con uno de los momentos más emotivos de mi asistencia profesional sería cuando acompañé en el nacimiento de su hija a una mujer a la que yo había ayudado a venir al mundo, las lágrimas corrían por la cara de la abuela, de la madre y de la matrona…
P: ¿Qué aspectos caracterizan a una buena enfermera obstétrica?
Bueno, aquí podría empezar y no acabar, pero prefiero ser breve ya que, como dice el refrán, lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Nos identifica y une el respeto a cada mujer sin distinción, empatía, adaptación al entorno, búsqueda de las buenas prácticas, inquietud investigadora, avidez de aprendizaje continuo, difusión y puesta en común de conocimientos, comunicación con nuestras mujeres y sus familias.
P: ¿Qué mensaje les darías a las nuevas generaciones de matronas?
Creo que tengo mi mensaje muy claro. A las nuevas generaciones de matronas les aconsejo, desde mi experiencia y trayectoria, que no mantengan posturas inamovibles porque el tiempo y la evidencia científica se encargan de modificarlas.