El servicio de UCI es una de las áreas más complejas del ámbito hospitalario, ya que requiere de gran conocimiento, cualificación y habilidad, siendo éste un ámbito donde los pacientes presentan patologías de una elevada gravedad y precisan cuidados específicos y profesionales.
Un contexto donde las enfermeras se convierten en pieza clave para garantizar la calidad y continuidad asistencial, siendo la principal fuente de asistencia a los pacientes durante su estancia. “Quizás la intervención más importante que realiza la enfermera de UCI, aparte del apoyo y acompañamiento, sea el abordaje de los cuidados críticos y la continua monitorización del estado del paciente ya que, para nosotros su confort y bienestar lo es todo” explica Blanca Sanz Pacheco, enfermera colegiada de Málaga que trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Virgen de la Victoria.
Blanca Sanz Pacheco trabaja como enfermera de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, especializándose en la humanización de los cuidados, los avances científicos y técnicos, así como la mayor cualificación posible. Hoy, el Colegio quiere hablar con ella para conocer un poco más la importante labor que desarrolla la Enfermería dentro de estos servicios, convirtiéndose en pieza clave para garantizar la calidad y continuidad asistencial, además de ser la principal fuente de asistencia a los pacientes durante su estancia.
Como la mayoría de los profesionales de la Enfermería en Andalucía, Blanca ha rotado por diferentes unidades de hospitalización y especializadas. “Desde mi incorporación como enfermera, he prestado servicio en diferentes ámbitos pasando por cuidados intensivos, urgencias, laboratorios… hasta que decidí quedarme en la UCI donde, hoy en día, continúo desarrollando mi labor” explica Sanz Pacheco.
Primera toma de contacto con la UCI
Blanca lo tiene claro. “Cuando entras por primera vez en la UCI, te sorprende la elevada tecnificación que se observa. Una unidad volátil, sometida a continuos avances que inevitablemente obligan a mantenernos actualizados y en constante formación” expresa.
Pero eso no es todo, aclara la enfermera. “El trabajo en las UCI ha evolucionado de forma increíble en los últimos años, consolidando una serie de labores de elevada complejidad y dinamismo. Trabajar en Cuidados Intensivos supone tener la capacidad para actuar con responsabilidad y conocimiento, de manera rápida, a través de una estrategia interdisciplinar y garantizando la asistencia humanizada en todo momento”.
Formación continuada
Un plano que lleva a la profesión de Málaga a seguir formándose, especializándose para delimitar su trabajo y ofrecer la mejor versión de uno mismo para garantizar la seguridad del paciente y la calidad de los cuidados. “Si bien es cierto que no tenemos una especialización en nuestro puesto, contamos con profesionales comprometidos que se esfuerzan por estar al día de los últimos avances e innovaciones en el sector sanitario, siempre en pro del bienestar del paciente” añade la colegiada.
Además, aclara, “no nos formamos exclusivamente para un aumento de conocimientos o actualización de competencias, sino de cara a poder adquirir valores que mejoren la práctica profesional y contribuir al desarrollo profesional de la Unidad”.
Por eso, para Blanca, la formación continuada en sanidad debería ser casi de carácter obligatorio. “El seguir aprendiendo, creciendo como profesional, es algo que inherente a nuestro contrato y compromiso adquirido con la calidad de vida de los malagueños y malagueñas”.
La humanización, imprescindible
Desde su amplia experiencia, Blanca se ha cerciorado de la necesaria implicación y esfuerzo de los profesionales para facilitar la humanización de los cuidados, convirtiendo las UCI en áreas confortables y humanas. “Como miembro de la Comisión de Humanización de mi hospital de referencia, colaboro en proyectos orientados a respetar la intimidad y autonomía del paciente, ofrecer una atención integral de calidad atendiendo a los planos emocionales, físicos y relacionales” comenta la enfermera.
En este sentido, aclara Blanca, el objetivo de Enfermería pasa por centrarse en la persona a la que atiende, preservando su dignidad y valores, además de incluir a la familia como parte fundamental del proceso. “No podemos olvidar que somos las responsables de los cuidados de un paciente totalmente dependiente, nos convertimos en sus manos y su voz. Por ello, es necesario pensar que, detrás del paciente que tienes en la cama, hay una familia, un problema de trabajo, unas relaciones… para la Enfermería es tan importante tratar todo lo físico del paciente como el plano emocional” concluye la colegiada.