El Colegio entrevista a Inés Ferrer Espinosa, enfermera especialista en Obstetricia y Ginecología del Hospital Materno Infantil de Málaga con el objetivo de conocer las intervenciones que la profesión realiza para mejorar la educación sexual y promover hábitos saludables en el ámbito del cuidado. Las matronas, además de ser esenciales para acompañar a la mujer durante su embarazo, cuidan de la salud reproductiva y sexual durante todo su ciclo vital desde la adolescencia hasta la menopausia. Para Inés, ser matrona es mucho más que una profesión. “Es un reto, es una forma de sentir, de empatizar, de pensar y crecer. Incorporas tu trabajo en el día a día sin darte cuenta. Apoyas, cuidas, aconsejas, admiras y respetas cada etapa de la vida, cada etapa afectivo – sexual como única que es, de todas las personas, desde que nacemos hasta el último día”
La profesión enfermera es pieza clave en la estrategia para fomentar la salud sexual y reproductiva de la ciudadanía. Un perfil sanitario necesario, especializado y con grandes competencias que acompaña, respeta e integra a la mujer a través del mantenimiento y la promoción de la salud sexual y la prevención de enfermedad.
Desde el Colegio hablamos con Inés Ferrer Espinosa, enfermera especialista en Obstetricia y Ginecología del Hospital Materno Infantil de Málaga con el objetivo de conocer las intervenciones que la profesión realiza para mejorar la educación sexual y promover hábitos saludables en el ámbito del cuidado. Tras 14 años trabajados, esta profesional de la Enfermería continúa adquiriendo conocimientos actualizados, en base a la última evidencia científica disponible y luchando a favor de la investigación, los derechos y la educación, con el objetivo de alcanzar un nivel de vida adecuado para el bienestar y el más alto grado posible de salud de las personas, en todas las etapas de su vida.
Para Inés, ser matrona es mucho más que una profesión. “Es un reto, es una forma de sentir, de empatizar, de pensar y crecer. Incorporas tu profesión en el día a día sin darte cuenta. Apoyas, cuidas, aconsejas, admiras y respetas cada etapa de la vida, cada etapa afectivo – sexual como única que es, de todas las personas, desde que nacemos hasta el último día” relata. Además, la sanitaria confiesa que, desde su primer día de trabajo en las Unidades de Obstetricia y Ginecología, se dejó seducir por el papel de la mujer y su historia, la familia, el apego, la lucha por la igualdad, la libertad de expresión y de elección, el empoderamiento, el amor, los miedos y los tabúes, el apoyo en los momentos de nacimiento, y también en las pérdidas, dudas y complicaciones… “Quedé fascinada y apasionada” expresa.
Salud reproductiva
Las matronas, además de ser esenciales para acompañar a la mujer durante su embarazo, cuidan de la salud reproductiva y sexual durante todo el ciclo vital de la mujer desde la adolescencia hasta la menopausia. “Nuestro objetivo es que todas las mujeres se sientan libres para decidir, conociendo siempre las opciones que disponen, informando, educando y apoyándolas. Para ello, proporcionamos una atención integral a la salud sexual, reproductiva y maternal, lideramos la estrategia de promoción, prevención, atención y recuperación de la salud, además del asesoramiento afectivo-sexual a través de los programas de educación para la salud” prosigue la sanitaria.
¿Cómo se educa en sexualidad?
Abordar la educación sexual de la población es otra de las competencias básicas de la enfermera obstétrica-ginecológica. Una labor que Inés conoce de primera mano. “El primer paso que todos debemos dar es reconocer la educación en sexualidad como un derecho, como una necesidad desde la infancia. Reconocer que la sexualidad forma parte de todos nosotros desde que nacemos” relata Ferrer.
La educación es la mayor herramienta de la que disponen las enfermeras para combatir la violencia. “A través de ella identificamos conductas y expresiones adecuadas e inadecuadas, avanzamos en la aceptación de la diversidad de familias y la importancia de los vínculos afectivos a lo largo de toda la vida, las figuras de apego y los sentimientos de seguridad y protección” comenta Inés. “También trabajamos en los cambios corporales, en la autoestima, en las emociones, el deseo y el placer. Hablamos sobre discapacidad, ayudamos a lograr ese sentimiento de aceptación y amor propio. Proporcionamos información sobre métodos anticonceptivos y prevención de infecciones de transmisión sexual. En definitiva, educar es hablar de valores y de amor” expresa.
Para la colegiada de Málaga, resulta esencial que todos los niños, niñas y adolescentes tengan derecho a recibir una información y educación sexual, que no sólo contenga conocimientos sobre reproducción y genitalidad, sino también actitudes, habilidades y valores necesarios para disfrutar de su sexualidad, tanto física como emocionalmente, individualmente y en sus relaciones con los otros, y que les haga capaces de tomar decisiones informadas sobre su vida sexual y reproductiva. “Educar en sexualidad es trabajar en positivo, desde el principio, sin necesidad de esperar a que la sexualidad se convierta en un peligro para intervenir. Esta esfera implica que las personas puedan disfrutar de una vida sexual satisfactoria, segura y responsable” concluye.

Enfermería escolar, sexualidad saludable y positiva
La enfermería escolar asume el compromiso de promover, mantener y fomentar los cuidados propios de cada estudiante, siendo una herramienta esencial para prevenir, detectar y solucionar sus problemas de salud. Una figura que resulta indispensable para proporcionar soporte a las consultas habituales en la adolescencia relacionadas con las relaciones de pareja, diversidad sexual, conductas de riesgo e, incluso, imagen corporal.
Como explica Inés, “el trayecto de la pubertad y de la adolescencia es un proceso de desarrollo corporal, endocrino y psicológico muy importante el cual conlleva cierta inestabilidad en las relaciones interpersonales, los sentimientos o emociones, la identidad sexual, la orientación del deseo, el miedo al rechazo, y la presión de grupo, las nuevas experiencias o las muchas primeras veces” declara la enfermera.
La enfermería escolar ayudaría trabajando el derecho a la igualdad y equidad de género, a la no violencia, al disfrute de la salud sexual, mediante un fácil un acceso a la información, orientación, aumentando así sus conocimientos, capacidades, actitudes y valores que les permitan ejercer su derecho a la sexualidad integral, saludable, responsable y placentera, considerando todas las dimensiones, biológica, reproductiva, socio- afectiva y moral. “Trabajar en etapas escolares es trabajar con niños y niñas únicos e irrepetibles, el cual cada uno se expresa y vive a su modo” añade.
El problema en la actualidad es que solo en algunos colegios son conscientes de esta necesidad, y se crean talleres o programas escolares de Educación Sexual de forma esporádica. “No existe conciencia colectiva acerca de la importancia de mantener una continuidad en la educación. Se debería incluir la Educación sexual en las aulas, porque hay mucho en lo que trabajar en cada etapa. Debería existir esta asignatura entre el currículum escolar desde la educación infantil, adaptándola al desarrollo psicoevolutivo y a las circunstancias de las personas” reivindica Inés.
Para Inés, “estaremos haciendo lo correcto cuando los niños, niñas, adolescentes, adultos… todas las personas en cualquier etapa de su vida, se sientan libres de hablar, expresar, sentir, disfrutar, su sexualidad y, sobre todo, tengan acceso a profesionales que puedan ayudarlos, apoyarlos e informarlos”.

Reconocimiento
“La sociedad actual y las administraciones siguen sin ser conscientes de hasta dónde alcanza nuestra formación y competencias, de la dedicación y compromiso, de todo aquello por lo que luchamos e investigamos para seguir creciendo profesional y personalmente, con el objetivo de seguir cuidado y acompañando en todas las etapas a las mujeres, familias, parejas y hombres que lo necesiten” concluye la enfermera malagueña, con esperanza de que poco a poco se vaya haciendo más visible todo el esfuerzo del colectivo profesional.