¿Has oído hablar alguna vez del perfil de enfermero subinspector de prestaciones y servicios sanitarios? El Colegio Oficial de Enfermería de Málaga, quiere analizar el papel de la profesión enfermera dentro del Equipo Provincial de Inspección de Servicios Sanitarios y la Unidad Médica de Valoración de Incapacidades. Hablamos con José Rueda Martín, profesional enfermero y colegiado de Málaga, para conocer más acerca de este diferente rol profesional. “Los subinspectores de prestaciones y servicios sanitarios realizamos funciones muy diferentes a la figura tradicional de enfermería. Sin embargo, compartimos con el resto de la profesión la misma vocación de cuidar y proteger a las personas, con sentido de responsabilidad y justicia y siempre en aras del bien común” ha explicado el profesional.
Los subinspectores de prestaciones y servicios sanitarios son una figura profesional especializada tan esencial como desconocida. Disponen de funciones de valoración, gestión y colaboración, encargándose de controlar, inspeccionar, evaluar y garantizar las prestaciones del Sistema Nacional de Salud en el ámbito del Servicio Público de Salud correspondiente. Por ello, hoy, el Colegio Oficial de Enfermería de Málaga entrevista a José Rueda Martín, profesional enfermero y colegiado de Málaga, para conocer más acerca del papel que desarrolla la enfermería en el ámbito de inspección sanitaria.
Una figura poco conocida
Lo que a priori parecía una tarea sencilla como escribir unas líneas para dar a conocer las principales funciones que desarrollan los subinspectores de prestaciones y servicios sanitarios en su día a día, se ha convertido para José Rueda en una tarea de responsabilidad. “Puede ser que para la gran mayoría de los lectores sea un primer contacto para conocer de nuestra existencia o ampliar la visión anecdótica que pueden tener de nuestra actividad. El reducido número de profesionales que existe en cada provincia, unido a las escasas opciones de acceso al cuerpo y al hecho de no pertenecer a la estructura física o funcional del SAS hacen de la inspección una de las opciones profesionales más desconocidas en el ámbito sanitario” ha explicado el sanitario.
En su caso, Rueda Martín coincidió con el ámbito de la inspección de Málaga por pura casualidad. Fue en el transcurso de una de sus rotaciones como residente de enfermería del trabajo donde pudo acercarse al trabajo de la Unidad Médica de Valoración de Incapacidades. “Fueron quince días en los que quedé fascinado al descubrir funciones y competencias muy diferentes a las que venía desarrollando hasta el momento, una experiencia que, unida a la labor docente realizada por el equipo, hizo que me decidiera a solicitar a la unidad docente de mi especialidad que ampliase mi tiempo de formación en UMVI” ha confesado José.
Todo ello, unido al capricho del destino, brindaron a este colegiado una oportunidad única. “Unos días después me enteré de que había salido convocatoria para opositar a este cuerpo y no dudé en compaginar el estudio, no con poco esfuerzo, con mi tiempo de residencia” ha añadido el enfermero.
La Enfermería en la inspección sanitaria: un repaso a la historia
Antes de entrar en detalle, es importante situarnos dentro del ámbito de la administración. Como bien ha detallado el subinspector, “cada Comunidad Autónoma tiene su cuerpo propio de Inspección, en nuestro caso dependemos directamente de la Consejería de Salud y Consumo por ello, en Málaga, como en la mayoría de provincias andaluzas, nos ubicamos en dependencias de sus Delegaciones Provinciales. Cabe destacar que nuestra normativa cuenta con algunas especificidades y no estamos regidos por Estatuto como los sanitarios del SAS”.
La figura del enfermero subinspector existe desde 1954. “En esta época, se crea el cuerpo de ATS visitadores que tenían entre otras encomiendas, conocer las instrucciones facultativas que los enfermeros recibían en ambulatorios y residencias y vigilar su cumplimiento a domicilio, así como visitar los centros sanitarios de entidades colaboradoras y concertados para despachar posteriormente con el inspector” ha desarrollado José Rueda.
Años más tarde, allá por el 1988, se modifica la designación de ATS visitador a la de enfermero subinspector, a través de una nueva regulación. “En este momento, se deja de lado la concepción como cuerpo auxiliar para pasar a desarrollar funciones propias en la inspección” ha comentado el profesional enfermero.
En la actualidad, esta figura ha evolucionado adecuándose a las demandas de la sociedad y del sistema “Hoy en día esta figura especializada comparte una regulación específica con los médicos inspectores que nos otorga directamente la consideración de agente de la autoridad y una serie de facultades propias que nos permite, entre otras cosas, entrar libremente y en cualquier momento en todos los centros, servicios y establecimientos sanitarios de nuestra competencia, proceder a obtener pruebas, realizar exámenes, y acceder a la historia y demás documentación clínica del paciente” ha añadido.
Diferencias
En definitiva, unas labores muy diferentes a la que desarrolla la tradicional figura de enfermera asistencial, pero que no deja de ser otra forma de cuidar. “Nuestro trabajo no pasa únicamente por realizar actividades sobre el paciente, sino que también podemos llevar a cabo actividades en el entorno de las personas, un factor que cuenta con una importante repercusión sobre su salud” ha declarado José.
Así, desde inspección se esfuerzan en cada jornada de trabajo para garantizar que las condiciones del sistema sanitario de Andalucía sean las idóneas para procurar a las personas el máximo nivel de salud posible. “Trabajamos en el terreno de la calidad asistencial que, unido a la vigilancia del derecho de las personas a la protección de salud, se convierten en las máximas de nuestro trabajo” ha expresado.
El día a día del enfermero subinspector
Cada vez que un ciudadano va al dentista, se revisa la vista en una óptica, acude a una ortopedia, hace uso de una ambulancia, se realiza un intervención quirúrgica, ingresa en una unidad de hospitalización, recibe oxigenoterapia en su domicilio… puede contar con la tranquilidad de que todos esos centros, servicios, establecimientos y prestaciones han sido evaluados previamente por una serie de profesionales entre los que se encuentran enfermeras y enfermeros que se han desplazado al lugar para comprobar que cumplen con una serie de requisitos indispensables para realizar actividades sanitarias en nuestro país.
Para ello, el subinspector como parte del equipo, habrá cuidado de que queden garantizados los derechos de los pacientes y usuarios, independientemente de que se trate de un centro público o privado. “Disponemos de una visión integral para garantizar los derechos de las personas como el derecho a la intimidad y confidencialidad, derecho a la información, derecho de autonomía en la toma de decisiones. También la seguridad del paciente con todo lo que ello conlleva, como comprobar la existencia de protocolos que cuenten con el aval científico necesario para cada procedimiento, las condiciones de limpieza, la esterilización, el uso y mantenimiento adecuado de equipos, las instalaciones, la medicación o los productos sanitarios, así como la existencia de medios humanos y materiales necesarios”.
En la actualidad, otra de las funciones esenciales de esta figura pasa por asegurar la asistencia humanizada. “Velamos entre otras cosas, por los derechos a una muerte digna o el programa de residencias, siendo a destacar en este aspecto la labor realizada por el Equipo Provincial de Inspección durante la pandemia en la implantación efectiva de los protocolos antiCOVID-19” ha añadido Rueda Martín.
Incapacidad temporal
Otra de las situaciones cotidianas en las que interviene inspección con actuaciones que no suelen conocerse por los usuarios hasta el momento en el que se hace uso de ellas, son las relacionadas con la incapacidad temporal, también conocida como baja médica. Se trata de una prestación de la seguridad social en la que la Unidad Médica de Valoración de Incapacidades colabora con organismos estatales para garantizar el uso racional de la misma. “Existen multitud de condicionantes que pueden influir en el uso de esta prestación. Esto provoca, en muchas ocasiones, que surjan motivaciones más allá de la situación clínica de la persona que hacen que ésta se acoja indebidamente a la misma, o la prolongue por tiempo innecesario. Este hecho constituye un perjuicio para el bien común, ya que, desde el punto de vista del sistema de salud, conlleva el aumento de la carga asistencial, pone en riesgo el sistema productivo laboral y a nivel económico, supone un lastre más para la caja única de nuestra seguridad social que a duras penas puede soportar todas las prestaciones de un estado del bienestar cada vez más demandante”.
En este sentido, la Enfermería colabora con el equipo realizando múltiples actuaciones, encaminadas a procurar una protección adecuada y pertinente del trabajador ante una situación de necesidad sobrevenida por la enfermedad como es la situación de incapacidad temporal.
Pero ese no es su único cometido. La figura de enfermero subinspector se consolida como un valioso interlocutor para la coordinación y comunicación entre los profesionales que desarrollan su labor en el servicio público de salud, mutuas y empresas.
En definitiva, como concluye el colegiado de Málaga, “los subinspectores de prestaciones y servicios sanitarios realizamos funciones muy diferentes a la figura tradicional de enfermería. Sin embargo, compartimos con el resto de la profesión la misma vocación de cuidar y proteger a las personas, con sentido de responsabilidad y justicia y siempre en aras del bien común”.