Un total de 37 profesionales en Atención Primaria y 8 en centros hospitalarios ejercen esta labor en la provincia, aunque no tienen categoría ni plaza específica reconocida.
El Colegio trabaja para convertirse en referente en materia de formación de este colectivo, para lo que también ha solicitado el apoyo a la delegada territorial de la Consejería de Salud y Consumo en Córdoba, María Jesús Botella.
Tras cumplirse 20 años de la implantación de la figura de la enfermera gestora de casos, el Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba demanda el reconocimiento de esta figura en la estructura del Servicio Andaluz de Salud (SAS), a la par que apuesta por convertirse en referente en materia de formación para este colectivo. Actualmente son 45 las profesionales que ejercen esta labor en la provincia cordobesa, 37 en Atención Primaria y 8 en centros hospitalarios. Concretamente 13 en el Distrito sanitario Córdoba, 7 en el Distrito Guadalquivir, 11 en el Área Sanitaria Sur, 6 en el Área Sanitaria Norte de Córdoba, 5 en el Hospital Universitario Reina Sofía, 2 en el Hospital Infanta Margarita de Cabra, y 1 en el Hospital Valle de los Pedroches.
En el sistema sanitario público de Andalucía la figura de la enfermera gestora de casos en los centros de salud se introdujo en el año 2002, en el marco de las estrategias de mejora de la atención domiciliaria, extendiéndose poco después a los hospitales. En ambos niveles, el servicio de gestión de casos se asignó a enfermeras con amplia experiencia en Atención Primaria o en unidades hospitalarias, seleccionadas para el puesto tras haber recibido una formación específica para ello. Inicialmente fueron 6 las enfermeras que comenzaron en la capital cordobesa hace dos décadas, en la que también fue la primera figura de enfermeras de práctica avanzada en Córdoba.
Sin embargo, y a pesar de esta trayectoria de dos décadas, “aún no se ha reconocido la categoría ni la plaza específica como tal, ya que seguimos siendo enfermeras de familia o enfermeras hospitalarias, que desempeñamos estas funciones», señala la vicepresidenta del Colegio de Enfermería de Córdoba y también enfermera gestora de casos, Adoración Muñoz. Por este motivo el Colegio defiende la necesidad de consolidar en la estructura del SAS esta figura, al igual que las del resto de práctica avanzada.
Una consolidación necesaria tras demostrarse que las enfermeras gestoras de casos disminuyen la presión asistencial en diferentes niveles y servicios sanitarios, y para la que el Colegio se ha comprometido recientemente con la delegada territorial de la Consejería de Salud y Consumo en Córdoba, María Jesús Botella, a ser referente en formación y apostar por la sostenibilidad del sistema. “Máxime en un futuro en el que se prevé un incremento de las patologías crónicas y un envejecimiento poblacional”, recuerda Adoración Muñoz.
Reducción de las Urgencias e ingresos hospitalarios
La gestión de casos es una modalidad de atención dirigida a personas con elevada complejidad clínica y necesidad de cuidados de alta intensidad, cuyo objetivo es asegurar que reciben los servicios adecuados a su situación, de manera integrada, a través de un plan de gestión del caso personalizado acordado con ellas y con las personas de su entorno, en el que colabora el conjunto de profesionales implicado en la atención.
En este marco el rol de la enfermera gestora de casos cobra protagonismo para garantizar la continuidad asistencial a los pacientes crónicos, pluripatológicos y polimedicados; y constituye un eslabón clave para evitar duplicidades en el sistema de salud, mejorar los resultados clínicos y reducir las visitas a urgencias y los ingresos hospitalarios.
La vicepresidenta del Colegio de Enfermería cordobés explica que la enfermera gestora de casos, que es la profesional referente que se ocupa de personas con procesos de salud complejos o dependientes que suelen tener pluripatología, comorbilidad o condiciones socio-sanitarias delicadas “necesita de una formación constante en una serie de competencias básicas y avanzadas que le permitan realizar su trabajo con eficiencia y empatía. Formación con la que el Colegio desea colaborar, con el fin de poder ser de ayuda en beneficio de todas estas profesionales, y de la atención y cuidados que se prestan a los ciudadanos”.