- La sobrecarga asistencial que padecen las enfermeras no sólo incide en unas peores condiciones laborales y conlleva un desgaste físico y emocional, sino que también repercute negativamente en la calidad asistencial que se presta a los ciudadanos.
- El Colegio resalta la importante labor de este colectivo y demanda la mejora de sus condiciones laborales, a la par que muestra su apoyo total a las justas reivindicaciones que solicitan las enfermeras de la UCI del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, del Valle de los Pedroches de Pozoblanco, del Infanta Margarita de Cabra, del Hospital de Montilla y de los hospitales privados.
El Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba alerta de la precaria situación por la que están atravesando las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales públicos de la provincia que cuentan con ellas -el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba (con UCI de adultos, pediátrica y de neonatos), Valle de los Pedroches de Pozoblanco, Infanta Margarita de Cabra y el Hospital de Montilla- y, en algunos casos, en los hospitales privados; motivada mayoritariamente por un evidente déficit de enfermeras y una elevada sobrecarga asistencial, que no sólo repercute negativamente en las condiciones laborales de estas profesionales y les ocasiona un desgaste físico y emocional; sino sobre todo merma la calidad asistencial que se presta a los ciudadanos, pacientes de especial importancia y gravedad en este tipo de unidades.
En este sentido, en los hospitales públicos cordobeses no se estaría cumpliendo en muchas ocasiones la propia ratio adecuada para UCI que se señala desde el Ministerio de Sanidad (en torno a 1 enfermera por cada 2 pacientes). Resultado de esta falta de personal es que no se están cubriendo jubilaciones, bajas, reducciones horarias, permisos de paternidad y maternidad; y las enfermeras ven cada vez más difícil poder disfrutar de sus permisos, días libres y vacaciones, días de asuntos propios y exceso de horas anuales que van acumulando; que en muchos casos no se conceden, -con la consiguiente pérdida de derechos laborales- “y si se dan, se dan el día de antes”, como coinciden en afirmar varias enfermeras cordobesas de UCI.
Por no hablar de la imposibilidad de desarrollar actividades formativas cuya realización no se facilita, y que, en muchos casos, al final corre a cuenta del propio tiempo libre de los profesionales; o el cambio continuo de las planillas semanales de trabajo, que no sólo afecta a la organización personal de cada enfermera, sino que también impacta negativamente en la continuidad de los cuidados a los pacientes.
Ante toda esta situación, el Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba muestra su apoyo total a las quejas y justas reivindicaciones de estas enfermeras, “y demanda a la Administración sanitaria la puesta en marcha de políticas eficaces y ágiles de gestión de personal que acaben con esta pérdida de derechos y malas condiciones laborales que padecen las enfermeras, y esta merma en la calidad asistencial que se ofrece a todos los cordobeses”, como afirma la presidenta del Colegio, Natalia Pérez.
En el Hospital Reina Sofía
En el caso del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba esta situación ha provocado que el personal de la UCI, no sólo enfermeras sino otro personal como TCAE y celadores, estén protagonizando desde hace semanas concentraciones en el hall del centro para gritar un silencioso ‘¡Basta ya!’ y protestar por la falta de personal que equiparan al ‘Deterioro asistencial’, según rezan las pancartas que se vienen portando en estas concentraciones.
En la UCI de adultos, estas movilizaciones llegan tras arrastrase esta problemática “desde hace años”, según afirman algunas enfermeras, aunque la situación se va agravando, en un hospital que ha abierto recientemente un nuevo módulo en la UCI de 8 camas. Este módulo viene a sumarse a los otros cinco módulos existentes con otras 32 camas. 40 camas en total que, siguiendo la citada ratio recomendada por el Ministerio, conllevaría a que la plantilla fija y estructural de cada turno debería contar con 20 enfermeras estables, algo que no se cumple.
Además, el Colegio de Enfermería de Córdoba recuerda que por la propia importancia y dimensión del Hospital Reina Sofía, que tiene entidad de hospital regional y es referente a nivel nacional en trasplante y líder en trasplantes de pulmón, hace que los pacientes que se tratan en la UCI suelan presentar más gravedad y complejidad como término medio que en otros centros, con lo cual la carga asistencial no sólo vendría subiendo por el mayor número de camas y por el menor número de enfermeras, sino también por la complejidad de los pacientes que se atienden.
En este sentido, en los últimos meses han ido aumentado los pacientes de ECMO (los que necesitan sistema de oxigenación por membrana extracorpórea), que requieren de unos cuidados permanentes y continuos; y que, según recomendaciones de las principales sociedades científicas, necesitan de una ratio de 1 enfermera por paciente.
Asimismo, el Colegio de Enfermería de Córdoba denuncia el alto porcentaje de rotación de personal de Enfermería en la UCI de este hospital, donde se realizan contratos temporales por uno o cuatro meses que, tras formarse en esta UCI, no se renuevan en su totalidad o son derivados a otros servicios; y vuelven a suplirse con contratos nuevos.
Siendo conocedora la Dirección del Hospital Reina Sofía de todas estas problemáticas, el Colegio ha tenido conocimiento de que esta Dirección ha emitido al SAS informes al respecto para intentar solucionar la situación, que aún están a la espera de resolución.
En el caso de la UCI pediátrica, con doce boxes de capacidad, suele ser atendida por cinco enfermeras por turno, cuyo principal problema es la sobrecarga asistencial por la complejidad de sus pacientes y de las tecnologías que se utilizan. Además de esta falta de personal y las consecuencias ya señaladas que ello acarrea, tanto para las profesionales como para los pacientes, enfermeras indican que cuando se cubren bajas, permisos, etc. pueden recalar en esta UCIP enfermeras sin capacitación específica ni en cuidados intensivos ni en Pediatría, “mientras que las EIR –enfermeras internas residentes de Enfermería Pediátrica- están en la calle”. Una situación que se produce porque el SAS no tiene bolsas específicas de empleo para estas especialistas, como viene demandando el Colegio de Enfermería cordobés, a pesar de que estas UCIs requieren de unos cuidados muy especializados y diferentes a los que se realizan en el resto de unidades.
Además, esta falta de enfermeras dificulta el tiempo para la formación, el reciclaje y la investigación, como en el resto de UCIs; si bien en los Cuidados Intensivos Pediátricos este aspecto cobra mayor relevancia ya que la nueva tecnología que se va incorporando exige de una formación continua.
En el caso de la UCI de neonatos, que no es una Unidad independiente, y por tanto con personal concreto adscrito, sino que depende de la Unidad de Neonatos de este hospital, sus 8 incubadoras suelen estar atendidas por tres enfermeras. En esta Unidad de Neonatos se integra también un módulo de ingresos, con 8 incubadoras y una enfermera; y un módulo de intermedios dividido en dos partes, cada una con 7 incubadoras, y dos enfermeras en total. Lo ideal es que toda la Unidad de Neonatos estuviera atendida por siete enfermeras por turno, aunque la mínima dotación son las seis citadas, y a veces en cada turno sólo hay cinco enfermeras, de lo que se derivan también más dificultades a la hora de solicitar permisos, cubrir sustituciones, jubilaciones, etc.
De igual manera, estas enfermeras demandan una mejora de las instalaciones, pues no cuentan con un control de Enfermería para poder tener más privacidad, dado que las familias de los neonatos ingresados están presentes en la unidad durante buena parte del día.
Hospital Valle de los Pedroches
En el caso del Hospital ubicado en Pozoblanco, si bien es cierto que la sobrecarga asistencial y la problemática no es tan grave como en el Reina Sofía, las enfermeras llevan más de un año demandando la puesta en marcha de turnos de 12 horas -como ocurre en la inmensa mayoría de las UCIs públicas de Andalucía-, con el fin de conciliar mejor la vida laboral y personal, y prestar una atención de calidad más continuada a los pacientes.
Sobre el papel, la plantilla de enfermeras de este hospital está dimensionada a la capacidad de la UCI, aunque este personal es utilizado en muchas ocasiones como comodín y es derivado a otros servicios. En esta línea, las enfermeras de UCI vienen cubriendo durante las noches, los fines de semana y los festivos el área de Reanimación. “Con lo que al final la sobrecarga no la padecemos por las propias necesidades de la UCI, sino por tener que cubrir también Reanimación y ser ‘comodín’ para el resto de las necesidades del hospital”, afirman.
Hospitales del sur de la provincia
En el Hospital de Cabra los datos que maneja el Colegio apuntan a que después de la pandemia la plantilla de UCI ha mejorado ligeramente, al pasar de dos a tres enfermeras por turno, en todo caso insuficientes para atender una Unidad compuesta por 12 camas, según las recomendaciones de ratio de profesionales adecuada para UCIs indicada anteriormente.
En el caso del Hospital de Montilla, su UCI cuenta con seis camas, pero no conforma en sí misma una unidad independiente -y por tanto con personal concreto adscrito-, sino que depende de una Supervisión que funciona tanto para Urgencias como para la Unidad Especial, que integra no sólo a las citadas seis camas de UCI sino también a otras 12 camas de monitorización para distintas especialidades; además de que la plantilla de enfermeras, compuesta mayoritariamente por personal eventual, asume y cubre otras áreas y tratamientos.
En la UCI de este hospital, anteriormente adscrito a la ya extinta Agencia Sanitaria del Alto Guadalquivir, se ha notado un déficit de recursos humanos desde su integración en el propio Servicio Andaluz de Salud (SAS) “y el personal no accede a la contratación por un sistema de bolsa especifica de críticos, lo que conlleva la llegada de compañeros que nunca han pisado una UCI, sobrecargando al personal con experiencia, y suponiendo cambios en planilla y modificaciones de turno basadas en los profesionales que sí tienen experiencia en esta Unidad”, señalan varias enfermeras desde este hospital comarcal.
Hospitales privados
En el caso de los tres hospitales privados de la provincia con UCI –Quirónsalud Córdoba, Cruz Roja y San Juan de Dios-; éstos se rigen por sus propios sistemas de gestión de personal y convenios colectivos, y sus UCIs son de menor dimensión. El Colegio de Enfermería de Córdoba apoya todas las demandas y mejoras que solicitan las enfermeras que trabajan en el sector privado, si bien según las informaciones y datos que maneja el Colegio, la UCI del Hospital Quirónsalud Córdoba es la que soporta mayor sobrecarga asistencial derivada de la falta de personal.
Con una capacidad de hasta siete camas, aunque la ocupación media suele ser de tres, cada turno es atendido por una única enfermera. En el caso de que la ocupación aumente, el hospital refuerza la plantilla con enfermeras de otras áreas del hospital o mediante una bolsa propia de empleo que manejan, a través de la cual se ofertan contratos que pueden ser de horas o días, “aunque cuando la ocupación es de cuatro camas la verdad es que se refuerza poco”, indica una de sus enfermeras. En el caso de la UCI, toda la plantilla estable de enfermeras cuenta con contratos indefinidos.
Esta plantilla tan ajustada también ocasiona problemas, como en el caso de los hospitales públicos, para solicitar días libres permisos, etc. De igual manera, y como ocurre en el caso del Hospital del Valle de los Pedroches, las enfermeras de la UCI de Quirónsalud vienen demandando la puesta en marcha de turnos de 12 horas, para conciliar mejor y prestar una atención de calidad más continuada a los pacientes; si bien desde este centro se responde que corporativamente sus hospitales no contemplan esta opción.