El Síndrome de West es una alteración que afecta principalmente a niños y que puede tener consecuencias graves en su desarrollo neurológico.
Como ha defendido el CAE, los profesionales de enfermería desempeñan un papel fundamental en el abordaje del Síndrome de West, ya que son los encargados de la detección temprana, el seguimiento y el tratamiento de los pacientes.
¿Sabías que hoy se conmemora el Día Mundial del Síndrome de West? Es una alteración del desarrollo que afecta principalmente a niños y que puede tener consecuencias graves en su desarrollo neurológico. Se caracteriza por la aparición de espasmos epilépticos, una forma particular de crisis convulsivas, que pueden provocar retraso en el desarrollo y discapacidad intelectual.
Aunque no se conoce con precisión la causa del Síndrome de West, se sabe que se produce una alteración en la actividad eléctrica del cerebro, lo que provoca los espasmos. Es una enfermedad rara que afecta a 1 de cada 3.000 a 4.000 recién nacidos vivos, y es más común en niños que en niñas.
Los síntomas del Síndrome de West suelen aparecer entre los 3 y los 8 meses de edad, y pueden incluir espasmos epilépticos, retraso en el desarrollo motor y cognitivo, así como problemas de comportamiento. Es importante destacar que los espasmos epilépticos pueden ser difíciles de detectar, por lo que es fundamental contar con un diagnóstico temprano para poder iniciar el tratamiento cuanto antes.
Papel clave de la Enfermería
En cuanto al papel de la Enfermería en el abordaje del Síndrome de West, es fundamental en todas las etapas del proceso de atención sanitaria, desde la detección temprana hasta el tratamiento y el seguimiento de los pacientes. Los profesionales de enfermería son los encargados de realizar la valoración inicial, así como de llevar a cabo la monitorización y el seguimiento de los pacientes a lo largo del tratamiento.
Además, los pacientes con Síndrome de West requieren una atención integral y personalizada, que incluya tanto el tratamiento farmacológico como la fisioterapia y la terapia ocupacional, entre otras medidas. En este sentido, la labor de los profesionales de enfermería es esencial para coordinar la atención y garantizar un enfoque multidisciplinar y coordinado.
Apoyo emocional
Por último, es importante destacar la labor de los profesionales de enfermería en el apoyo emocional y psicológico a los pacientes y sus familias. El Síndrome de West puede tener un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes y sus familias, por lo que es fundamental contar con un equipo de profesionales que brinden apoyo y acompañamiento a lo largo del proceso de atención sanitaria.