COMPARECENCIA EN LA COMISIÓN DE RECUPERACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL DE ANDALUCÍA
Para poder dar respuesta a las nuevas necesidades sanitarias y sociales de la sociedad andaluza es imprescindible apostar por la profesión enfermera como pieza fundamental en el engranaje asistencial por su importantísimo potencial en la asistencia, la educación para la salud, la prevención y la investigación.
MARIBEL RUIZ. El presidente del Consejo Andaluz de Enfermería (CAE), Florentino Pérez Raya, ha comparecido este mediodía en el Parlamento andaluz ante el grupo de Sanidad y Salud Pública de la comisión de estudio sobre la recuperación económica y social de Andalucía a causa de la pandemia del COVID-19. En su intervención, el máximo representante de las más de 42.000 enfermeras y enfermeros de nuestra Comunidad Autónoma ha trasladado a los grupos parlamentarios la relación de propuestas que plantea la profesión sanitaria más cercana al paciente, de cara a establecer la hoja de ruta para la recuperación de Andalucía tras las graves consecuencias sufridas por la pandemia del COVID-19.
Pérez Raya ha recordado el papel fundamental que están desarrollando las enfermeras andaluzas en la pandemia, demostrando su compromiso con la salud de los ciudadanos, dejando patente la necesidad de contar con todo el potencial de la profesión enfermera a la hora de planificar la recuperación de la Comunidad: “Nuestro compromiso en estos últimos meses, con motivo de la grave crisis que estamos viviendo a consecuencia de la pandemia por la COVID-19, ha sido ponernos, como siempre, al servicio de la sociedad, tratando de velar por la salud y la seguridad de todos, profesionales sanitarios y la población en general. Hemos estado por encima de los problemas y las carencias que la profesión viene sufriendo y precisamente por ello la recuperación económica y social no puede hacerse de espaldas a todo lo que, en el ámbito de la profesión enfermera, es preciso corregir y modificar. Ni la profesión enfermera ni la ciudadanía entenderíamos que esta comisión no tuviera en cuenta todas las deficiencias que venimos sufriendo y denunciando desde hace años para aprovecharlo en el largo camino hacia la nueva normalidad”.
Cambio de enfoque en el sistema sanitario
Ante las vulnerabilidades que ha puesto de manifiesto la crisis del COVID-19, Pérez Raya ha pedido un cambio de enfoque en el Sistema Sanitario Público de Andalucía, señalando que “venimos hace tiempo diciendo que es preciso cambiar de paradigma para pasar del curar al cuidar. Sin olvidar el trabajo realizado por las enfermeras durante toda la vida, hay que reforzar el cuidar, dada la situación de cronicidad y envejecimiento. Y es que, el modelo actual, bajo nuestro punto de vista, está agotado y es insostenible, siendo necesario un cambio de modelo hacia la atención de los pacientes crónicos, potenciando la educación, la prevención sanitaria, y la educación en hábitos de vida saludable”.
Además, ha añadido que “contamos con una población cada vez más envejecida, con una mayor esperanza de vida, de las más altas a nivel mundial. De los casi ocho millones y medio de habitantes (8.460.261) que hay en Andalucía, algo más de un millón (1.031.000) son mayores de 65 años. Estamos ante una situación de gran magnitud, la cronicidad puede generar grandes problemas si no lo abordamos con medidas eficientes. Si a todo ello sumamos los aspectos vinculados con la COVID-19, observamos que las personas más vulnerables, debido a la letalidad del virus, son los mayores de 70 años”.
En este sentido, el presidente del Consejo Andaluz de Enfermería ha aprovechado para destacar y agradecer “la creación de la Red de Trabajo autonómico de Enfermeras Gestoras de Casos, para los centros residenciales. Hoy más que nunca se hace necesaria e imprescindible esta figura profesional, por lo que esperamos que no sea un hecho puntual sino que permanezca en el tiempo. No olvidemos, la necesidad de enfermeras especialistas en Geriatría, para la atención en estos centros”. Por todo ello, agrega que “bajo nuestro punto de vista es fundamental llevar a cabo una gran coordinación entre los servicios sanitarios, garantizando la continuidad asistencial entre la Atención Primaria, la Atención Hospitalaria y la Atención Sociosanitaria”.
Precisamente, para conseguir llevar a la realidad todo cuanto rodea ese necesario cambio de paradigma en nuestro sistema sanitario, Florentino Pérez Raya ha concretado una serie de propuestas que implicarían que los más de 42.000 profesionales de enfermería andaluces se conviertan en un verdadero motor de cambio, una opción para la que “se hace imprescindible dotar del adecuado número de enfermeras y enfermeros para poder llevar a cabo con eficiencia y calidad este cometido”.
Principales medidas propuestas por el CAE
1. Llevar a cabo un análisis y planificación de los recursos humanos del Sistema Sanitario Público Andaluz, con una apuesta firme por incrementar el número de enfermeras, pues como ha apuntado Pérez Raya, “es de vergüenza que en Andalucía tengamos una de las ratios más baja de España. 500 enfermeras de media por cada cien mil habitantes, mientras que en Navarra hay 700, en España de media 602 y en Europa en torno a 800, por lo que en nuestra región contamos con 300 enfermeras menos por cada 100.000 habitantes en comparación con la media europea”.
2. Modificar el modelo asistencial para pasar del CURAR al CUIDAR: porque, sin olvidar el trabajo realizado por las enfermeras durante toda la vida, hay que reforzar el cuidar, dada la situación de cronicidad y de envejecimiento de la población, haciéndose necesario un nuevo enfoque centrado la atención de los pacientes crónicos, potenciando la educación y prevención sanitaria, y la educación en hábitos de vida saludable.
3. Fortalecer la Atención Sociosanitaria para cuidar adecuadamente de los mayores implementando una gran coordinación entre los servicios sanitarios y sociosanitarios, garantizando la continuidad asistencial entre la Atención Primaria, la Atención Hospitalaria y la Atención Sociosanitaria.
4. Potenciar el perfil profesional enfermero como responsable de los cuidados, respetando, como no puede ser de otra manera, el ámbito competencial del resto de profesionales sanitarios.
5. Desarrollar plenamente las especialidades de Enfermería y los Diplomas de Acreditación y Acreditación avanzada: la actual crisis ha vuelto a poner de manifiesto que hay áreas asistenciales donde es imprescindible la especialización de las enfermeras para garantizar la seguridad de los pacientes. Como ejemplo, el presidente del CAE ha mencionado el ejemplo del funcionamiento de las Unidades de Cuidados Intensivos durante la pandemia, donde se han olvidado de que quien tiene que atender a estos pacientes en estas unidades requiere de una formación específica muy especializada: “se necesitaban enfermeras con formación y experiencia en cuidados críticos. Y no podemos someter a nuestros profesionales de Enfermería, ni tampoco a los estudiantes del Grado – como se ha hecho – a este estrés de movilidad entre unidades sin tiempo de reacción ni capacidad de adaptación ante la complejidad que requiere el manejo del aparataje de estas unidades”.
De igual forma se debe analizar y estudiar qué áreas o perfiles serían susceptibles a desarrollar bajo los Diplomas de Acreditación o Acreditación Avanzada, ya regulados por Real Decreto y en coordinación con todo el Estado.
6. Potenciación de forma prioritaria y especial de la Atención Primaria de Salud: aprovechando el potencial asistencial y en la educación para la salud de las enfermeras en la atención especializada de Enfermería Familiar y Comunitaria. Y no sólo en materia de asistencial y de prevención, sino también en la vigilancia epidemiológica, contribuyendo en la detección precoz y el seguimiento de casos en los propios centros y en visitas domiciliarias. En este punto, el máximo representante de la enfermería andaluza ha pedido también un impulso para la enfermera gestora de casos, además de pedir más contrataciones de enfermeras especialistas en Familiar y Comunitaria, denunciando asimismo que continúa pendiente la revisión de más de 40.000 expedientes de profesionales en toda España para el correspondiente reconocimiento de dicha especialidad por la vía excepcional.
7. Impulsar la investigación enfermera. Dotándola de los recursos necesarios (económicos, materiales y humanos), para aumentar su desarrollo y potenciando el perfil investigador y los grupos de investigación de nuestro colectivo profesional, así como facilitando la labor investigadora de las enfermeras y enfermeros asistenciales para impulsar la llamada investigación traslacional, para una mejora de la calidad asistencial.
8. Garantizar las medidas de protección del personal sanitario. Realizando un aprovisionamiento de material de protección suficiente y de calidad para que exista una reserva estratégica; potenciando la fabricación local de estos productos para no depender de terceros países; exigiendo a los empleadores la vigilancia del estado de salud de los profesionales sanitarios.
Asimismo, Pérez Raya ha apelado al desarrollo y potenciación de los profesionales de Enfermería en materia de vigilancia epidemiológica, que contribuyen en la detección precoz y el seguimiento de casos, pues “están descubriendo muchos de los contagios por COVID-19 y por ello es una figura que la Administración Sanitaria andaluza tiene que potenciar, porque son enfermeras absolutamente necesarias por su preparación”.
9. Profesionalizar la gestión sanitaria / Liderazgo enfermero: impulsar un acuerdo político para el desarrollo legislativo necesario para que las enfermeras puedan ocupar cargos de gestión, con todas las garantías, a todos los niveles, en consonancia con su titulación académica de Grado Universitario: inclusión de enfermeras en puestos directivos en el organigrama ejecutivo de los órganos sanitarios y sociales de nuestra Comunidad Autónoma.
En este sentido, el presidente del CAE ha declarado que “es necesario que se profesionalice la gestión. Les instamos a la actualización del marco normativo, que permita que las enfermeras puedan acceder sin cortapisas a determinados puestos de gestión. Contamos con una viceconsejera de Salud que es enfermera, pero el proyecto normativo que van a aprobar en este Parlamento no nos gusta del todo. Hay que regularlo acorde con el Grado enfermero sin cortapisas. Cualquier graduado tiene que estar capacitado para gestionar puestos de dirección de acuerdo a las capacidades de cada cual”. Argumento que ha apoyado en las reivindicaciones marcadas por la OMS y la ONU con motivo de la declaración este 2020 del Año Internacional de las Enfermeras y las Matronas, entre las que se reclama más protagonismo de la profesión y su empoderamiento con el acceso a cargos de dirección y responsabilidad.