El colectivo que representa a las 43.000 enfermeras andaluzas se adhiere a la solicitud promovida desde plataformas y colectivos para solicitar al Gobierno que apruebe la jubilación anticipada voluntaria a los 60 años para los profesionales de instituciones sanitarias, fundamentada en la correspondiente declaración de profesión de riesgo. En palabras de José Miguel Carrasco, presidente del Consejo Andaluz de Enfermería, «La profesión enfermera se encuentra sometida a situaciones constantes de riesgo, estrés, dureza psicológica y agotamiento. Solicitamos al Ministerio de Seguridad Social la adopción inminente de esta medida, justificándonos en investigaciones nacionales e internacionales que ponen en evidencia la relación del puesto de trabajo y la turnicidad con la salud del personal de la sanidad».
Las enfermeras andaluzas cumplen más que de sobra los requisitos que permitieron a otros colectivos profesionales, el que el Gobierno diese su visto bueno a aplicarles el coeficiente reductor de la edad de jubilación.
El Consejo Andaluz de Enfermería se une al Consejo General de Enfermería para solicitar al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que posibilite a la profesión enfermera la jubilación de forma anticipada y voluntaria. Desde el colectivo insisten en la necesaria adopción de esta medida, justificando su inclusión en investigaciones a nivel internacional que ponen en evidencia la relación del puesto de trabajo y la turnicidad con la salud del personal de la sanidad.
Una situación que, además, ha empeorado tras las condiciones laborales a las que se han enfrentado los profesionales de enfermería durante la pandemia. «La situación permanente de riesgo en la que se encuentran nuestros profesionales en su día a día debería ser motivo más que suficiente para que el Gobierno reconozca la enfermería como una profesión de riesgo» ha declarado Carrasco.
En este sentido, desde el Consejo recuerdan que las enfermeras andaluzas cumplen más que de sobra los requisitos que permitieron a otros colectivos profesionales, el que el Gobierno diese su visto bueno a aplicarles el coeficiente reductor de la edad de jubilación. «El personal de la Sanidad debe tener una consideración similar a la de otros colectivos que ya tienen reconocido este derecho, con un procedimiento de coeficientes reductores”, ha añadido.
Para el presidente de las 43.000 enfermeras andaluzas, «el hecho de permitir acceder a las enfermeras a la jubilación anticipada de manera voluntaria es un factor necesario para la profesión, ya que ahondaría en la protección que se brinda a nuestros profesionales. Máxime si tenemos en cuenta que la enfermería ejerce su labor de manera continua y permanente, sometiéndose a constantes situaciones de estrés y agotamiento, tanto físico como mental».
La enfermería, una profesión de riesgo
Como argumento, el Consejo resalta las características profesionales de la enfermería. Un colectivo que realiza trabajos de especial penosidad y complejidad, con efectos sobre la salud, la exposición a riesgos biológicos o químicos. «En línea con el artículo 2a y b9 del Real Decreto 1698/2011 buscamos que se considere la actividad laboral realizada por el personal de la Sanidad como un requerimiento físico o psíquico que produce un notable incremento de siniestralidad a partir de una determinada edad».
Desde el colectivo también han recordado los preocupantes datos de sanitarios contagios por COVID-19 que nos ha dejado esta crisis sanitaria. Un contexto que refleja la realidad del riesgo continuo al que se exponen los profesionales de enfermería. «En esta línea, queremos alertar del incremento de profesionales de la sanidad andaluza contagiados por coronavirus durante los últimos meses, superando la cifra de los 15.000 profesionales» ha concluido José Miguel.