En total, se han detectado más de un millar de bajas a causa del Coronavirus en la sanidad pública de Andalucía, casi 700 profesionales más que a finales de diciembre. En este sentido, el CAE advierte de que las enfermeras andaluzas se encuentran agotadas, física y emocionalmente, tras el incremento en el número de bajas, la ausencia de profesionales y el crecimiento de la presión asistencial derivada de la transmisión comunitaria tan presente en esta sexta ola. “Cada vez hay más pacientes, mayor carga de trabajo, más precariedad y menos profesionales. Es una situación insostenible para el colectivo” alerta José Miguel Carrasco, presidente de las 43.000 enfermeras andaluzas.
El Consejo Andaluz de Enfermería advierte del preocupante incremento de las bajas laborales por COVID-19 entre la sanidad pública andaluza, que, a fecha de hoy, supera el millar de profesionales sanitarios contagiados. En este sentido, las enfermeras copan el mayor número de profesionales contagiados, ocupando un 30% del total de nuevos positivos. “Esta situación genera problemas para garantizar la cobertura y calidad asistencial, cobertura de necesidades de salud de los andaluces, así como para las condiciones laborales en las que la enfermería ejerce su trabajo” explica José Miguel Carrasco, presidente de las 43.000 enfermeras que ejercen en Andalucía.
Por su parte, Málaga es la provincia andaluza con más profesionales de la sanidad pública de baja a causa del COVID. Un total de 590 trabajadores de los centros sanitarios malagueños se encuentran de baja por estos motivos. Le siguen Sevilla con 538, Granada con 506, Cádiz con 356, Huelva con 226, Córdoba con 223, Jaén con 207 y, por último, Almería con 200.
En este sentido, el CAE quiere destacar que la gran afectada es la atención primaria, el sector sanitario más golpeado y desgastado en esta crisis sanitaria. “Una circunstancia que preocupa a este colectivo ya que, el colapso de la atención primaria va a provocar un colapso de las urgencias hospitalarias al trasladar las demandas de uno a otro” añade José Miguel.
Carga de trabajo
En este sentido, el CAE advierte de que las enfermeras andaluzas se encuentran agotadas, física y emocionalmente, tras el incremento en el número de bajas, la ausencia de profesionales y el crecimiento de la presión asistencial derivada de la transmisión comunitaria tan presente en esta sexta ola.
Todo ello lleva al colectivo a una situación insostenible que, mantenida en el tiempo, puede generar secuelas y agotamiento tanto físico como emocional. ““Cada vez hay más pacientes, mayor carga de trabajo, más precariedad y menos profesionales. Es una situación insostenible para el colectivo” alerta Carrasco.
En este sentido, las enfermeras insisten en la necesidad de garantizar la cobertura de las bajas adoptando medidas inmediatas para contratar a personal que mejore el servicio ofrecido a la ciudadanía y reduzca la presión a la que se encuentran sometidas las enfermeras andaluzas en esta sexta ola de la pandemia. “Si la Consejería no envía a profesionales sanitarios que cubran las bajas, la carga de trabajo se añade a los compañeros en activo quienes, a pesar de encontrarse saturados, atendiendo las crecientes demandas de la crisis sanitaria, así como sus tareas habituales; se ven obligados a doblar turnos y suprimir sus días libres” ha añadido.
Incrementar la protección
En este sentido, desde el Consejo Andaluz de Enfermería insistimos en la necesidad de implementar medidas orientadas a la protección de los profesionales sanitarios que vienen luchando desde el inicio de la crisis sanitaria para dar respuesta a las necesidades, en término de salud, de los andaluces. Es por ello por lo que el órgano que representa a las 43.000 enfermeras andaluzas insta a la Consejería de Salud y Familias a disponer de mascarillas FPP2, actualmente las que garantizan un mayor nivel de protección frente al virus, para el colectivo sanitario.