Una medida legítima, justa y clara que la profesión enfermera viene reivindicando desde hace tiempo con el objetivo de que se reconozca el derecho a la jubilación anticipada voluntaria sin penalización económica para el personal sanitario y sociosanitario.
Una petición que se justifica en el derecho recogido en el Real Decreto Legislativos 8/2015 de 30 de octubre por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social que en su art. 206 Jubilación Voluntaria por razón de Actividad dice: «la edad de jubilación podrá ser rebajada en aquellos grupos o actividades profesionales cuyos trabajos sean de naturaleza excepcionalmente penosa, tóxica, peligrosa o insalubre, siempre que los trabajadores afectados acrediten en la respectiva profesión o trabajo el mínimo de actividad que se establezca».
El CAE recuerda al Gobierno que las enfermeras cumplen más que de sobra los requisitos que permitieron a otros colectivos profesionales aplicarles el coeficiente reductor de la edad de jubilación. “Pedimos que se reconozca la dureza física y psicológica de la labor enfermera desarrollada por nuestros profesionales, siendo ésta una actividad penosa, peligrosa, insalubre y tóxica. De lo contrario, seguiremos enfrentándonos a una pérdida de calidad asistencial por el deterioro de las facultades físicas y psíquicas de los sanitarios” ha explicado Carrasco.
El Consejo Andaluz de Colegios de Enfermería (CAE) se adhirió el pasado año a la plataforma JAVIS para exigir el reconocimiento de la jubilación anticipada voluntaria a los 60 años para profesionales de instituciones sanitarias y sociosanitarias, a través de un estudio que analice las condiciones de penosidad, peligrosidad, toxicidad e insalubridad de las condiciones del trabajo enfermero. “Una medida legítima, justa y clara, más que una reivindicación es un derecho del colectivo sanitario para el establecimiento de coeficientes reductores que permitan rebajar la edad de jubilación de los profesionales sanitarios y sociosanitarios en línea con la dureza física y psicológica de la labor asistencial desarrollada” ha explicado José Miguel Carrasco, presidente de las más de 43.500 enfermeras colegiadas de Andalucía.
En este sentido, la profesión enfermera recuerda que la ley General de la Seguridad Social prevé que la edad mínima exigida para tener derecho a la jubilación anticipada voluntaria pueda ser rebajada en aquellas actividades que sean de naturaleza excepcionalmente penosa, tóxica, peligrosa o insalubre, siempre que los trabajadores afectados acrediten en la respectiva profesión o trabajo el mínimo de actividad que se establezca, justificando la petición en el derecho a la jubilación anticipada voluntaria sin penalización económica para el personal sanitario y sociosanitario en este Real Decreto Legislativos 8/2015 de 30 de octubre por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social.
Para el CAE, la actividad desarrollada por los profesionales exige unos requerimientos físicos y psicológicos que desembocan en un incremento de la siniestralidad a partir de cierta edad. “La Enfermería está sometida a grandes retos en su trabajo diario. Desde la sobrecarga asistencial, tensión laboral, guardias de 24 horas de labor ininterrumpida, todo ello son factores que merman el rendimiento y perjudican la atención a los pacientes y al sistema sanitario en su conjunto. Es nuestra obligación defender de manera continuada la excelencia en nuestra profesión, apostando por enfermeras que se encuentren ejerciendo la profesión con la capacidad máxima de sus facultades” ha recordado el presidente del Consejo.
Calidad asistencial
Además, el retraso del reconocimiento de esta medida perjudica directamente a los usuarios del sistema sanitario, mermando el derecho a ser atendidos por profesionales que se encuentren al 100% y no a sanitarios sometidos a un evidente desgaste físico y psicológico. “Pedimos que se reconozca la dureza física y psicológica de la labor enfermera desarrollada por nuestros profesionales, siendo ésta una actividad penosa, peligrosa, insalubre y tóxica. De lo contrario, seguiremos enfrentándonos a una pérdida de calidad asistencial por el deterioro de las facultades físicas y psíquicas de los sanitarios” ha explicado Carrasco.
Hoy en día, la Enfermería puede optar a una jubilación de forma anticipada a los 63 años. Sin embargo, los profesionales que quieran solicitarla deben reunir una serie de condiciones muy especiales y difíciles de conseguir y, en caso de obtenerlas, el adelanto supone una pérdida retributiva importante que es una lacra importante para nuestros colegiados.
Por ello, ha reiterado José Miguel, “Nuestra profesión se enfrenta a muchos más riesgos que cualquier otro puesto de trabajo. Es una vergüenza que nunca se haya tenido en cuenta, pero confiamos en que las Administraciones demuestren sentido común y compromiso con los profesionales de las instituciones sanitarias y sociosanitarias, además de con la promoción y protección de la salud pública”.