El Consejo Andaluz de Colegios de Enfermería (CAE) vuelve a denunciar la preocupante situación límite que se vive en la mayoría de las residencias de mayores de Andalucía. Un contexto protagonizado por la grave precariedad laboral y la falta de profesionales enfermeros.
Por ello, la profesión reivindica la urgencia de mejorar las condiciones del personal empleado en las residencias. En palabras de José Miguel Carrasco, presidente del CAE, “es una situación insostenible, cada vez hay menos profesionales trabajando, lo que lleva a las enfermeras a asumir unas cargas de trabajo desproporcionadas e inasumibles, acabando por cambiar de puesto de trabajo”.
Además, la profesión enfermera critica el nuevo FP sociosanitario propuesto por el Gobierno para paliar el déficit de enfermeras en residencias. “Esta titulación, sin lugar a duda, promueve el intrusismo laboral, permitiendo a trabajadores no cualificados asumir competencias enfermeras y suponiendo un evidente riesgo para los pacientes”.
El Consejo Andaluz de Colegios de Andalucía (CAE) vuelve a posicionarse para denunciar la preocupante situación límite que se viene sufriendo en la mayoría de centros residenciales de mayores de Andalucía. La excesiva carga de trabajo, las condiciones laborales precarias o la falta de profesionales de la Enfermería son algunas de las principales problemáticas de este sector.
Una coyuntura que ha provocado que las residencias se vacíen de profesionales de la Enfermería cualificados y preparados para garantizar la calidad asistencial y mejorar la salud de los pacientes. De hecho, como reivindica José Miguel Carrasco, presidente del CAE, “es una situación insostenible, cada vez hay menos profesionales trabajando, lo que lleva a las enfermeras a asumir unas cargas de trabajo desproporcionadas con unas ratios inasumibles. Ello lleva a muchos profesionales a decidirse a cambiar de puesto de trabajo”.
Fuga de Enfermería
El colectivo enfermero lo tiene claro. La principal causa que está provocando esta fuga de talento enfermero de las residencias son las malas condiciones laborales. “Un profesional que empieza a trabajar en una residencia con ganas e ilusión, al poco tiempo comienza a comprobar cómo sus labores se ven sobrecargadas, con más de veinte pacientes a su cargo, con contratos eventuales y un mal salario. Es normal que, en cuanto tengan opción, se vayan a otro puesto de trabajo” explica José Miguel.
Por ello, la profesión reivindica la urgencia de mejorar las condiciones del personal empleado en las residencias. “Es necesaria la implicación de las administraciones para reconocer a las enfermeras especialistas en Geriatría y Gerontología, otorgándoles las competencias y salud laboral que merecen”.
FP Sociosanitaria
Además, la profesión enfermera vuelve a criticar el nuevo FP “Supervisión de la atención sociosanitaria para la promoción de la autonomía personal”, propuesto por el Gobierno para paliar el déficit de enfermeras en residencias. Para Carrasco, “esta titulación, sin lugar a duda, promueve el intrusismo laboral, permitiendo a trabajadores no cualificados asumir competenciasenfermeras y suponiendo un evidente riesgo para los pacientes”.
En el Plan de Estudios de la FP, los contenidos describen la figura de una supervisora de los cuidados que se realizan a los mayores en residencias. Un trabajo que, a día de hoy, realiza la Enfermera especialista en Geriatría y Gerontología. Es decir, profesionales que han dedicado cuatro años de grado universitario y dos de Formación Sanitaria Especializada para poder adquirir las competencias precisas para esta labor. “El cuidado de un enfermero no se puede sustituir por otros profesionales u otro personal que no está capacitado para ello, por mucho que la Administración se empeñe en intentar cubrir la falta de profesionales con la creación de esta nueva titulación” ha concluido el presidente del CAE.